martes, 10 de marzo de 2009
GOLEMS
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El rabino Loew y su golem.
Un golem es, en el folclore medieval y la mitología judía, un ser animado fabricado a partir de materia inanimada. En hebreo moderno, la palabra «golem» significa «tonto» o incluso «estúpido». El nombre parece derivar de la palabra gelem, que significa «materia en bruto».
La palabra golem también se usa en la Biblia (Salmos 139:16) y en la literatura talmúdica para referirse a una sustancia embriónica o incompleta. Similarmente, los golems se usan primordialmente en la actualidad en metáforas, bien como seres descerebrados o como entidades al servicio del hombre bajo condiciones controladas pero enemigos de éste en otras. De forma parecida, es un insulto coloquial en yidis, sinónimo de patoso o retrasado.
Contenido
Historia
Las primeras historias sobre golems se remontan al principio del judaísmo. Los golems fueron creados por personas creyentes y cercanas a Dios. Como Adán, el golem es creado a partir del barro, insuflándole después una chispa divina que le da la vida, de manera que la creación de Adán es descrita en un principio como la creación de un golem. Desde este punto de vista, algunas personas con un cierto grado de santidad y acercamiento a Dios podrían adquirir algo de su sabíduría y poder. Uno de esos poderes sería el de la creación de vida. Sin embargo, no importa qué grado de santidad tuviera una persona, el ser que creara sería solamente una sombra del creado por Dios, ya que, entre otras cosas, el golem carece de alma.
La incapacidad principal del golem era la incapacidad de hablar. Tener un golem era visto como el símbolo final de la sabiduría y la santidad, y hay muchos relatos de golems conectados con rabinos ilustres durante toda la Edad Media.
Otros atributos del golem fueron añadidos gradualmente con el tiempo. En muchas historias el Golem lleva grabadas palabras mágicas o religiosas que le dan vida y lo mantienen animado. Grabando los Nombres de Dios en su frente, (o en una tablilla de arcilla bajo su lengua), o bien la palabra Emet ('verdad' en lengua hebrea) en su frente son algunos ejemplos frecuentes. Al borrar la primera letra de 'Emet' para formar 'Met' ('muerte' en hebreo) el golem podía ser destruido o desactivado, quedando solamente su cuerpo de barro inerte.
Reproducción del Golem en la judería de Praga
El relato más famoso relativo a un golem involucra a Rabbi Judah Loew, el Maharal de Praga, un rabino de siglo XVI. Se le atribuye haber creado un golem para defender el gueto de Praga de Josefov de los ataques antisemitas, así como para atender el mantenimiento de la sinagoga. La historia del Golem aparecía en la letra en 1847 en una colección de relatos judíos, publicado por Wolf Pascheles de Praga. Aproximadamente sesenta años después, una descripción ficticia fue publicada por Yudl Rosenberg (1909). De acuerdo con la leyenda, el Golem podía estar hecho de la arcilla de la orilla del río Vltava (río Moldava) en Praga. Tras realizar los rituales prescritos, el Rabbi desarrolló el Golem y lo hizo venir a la vida recitando los conjuros especiales en hebreo. Cuando el Golem de Rabbi Loew creció más, también se puso más violento y empezó a matar a las personas y difundir el miedo. Al Rabino Loew le prometieron que la violencia en contra de los judíos pararía si el Golem era destruido. El Rabbi estuvo de acuerdo. Para destruir el Golem, eliminó la primera letra de la palabra "Emet" de la frente del golem para formar la palabra hebrea que representaba la muerte. (De acuerdo con la leyenda, los restos del Golem de Praga están guardados en un ataúd en el ático del Altneuschul en Praga, y puede ser devuelto a la vida de nuevo si es necesario.)
La existencia de un golem es a veces algo con pros y contras. Los Golems no son inteligentes - si se les ordena llevar a cabo una tarea, tardarán y las instrucciones las ejecutarán literalmente.
A este respecto, es famosa una anécdota, según la cual la mujer del rabino le pidió al golem que fuera "al río a sacar agua" a lo que el golem accedió de la manera más literal posible; fue al río, y comenzó a sacar agua del mismo hasta que inundó la ciudad.
A finales del s. XIX, el grueso de la sociedad europea adoptó la figura del golem. Notoria es la novela de Gustav Meyrink, El Golem, de 1915, basada en los relatos sobre el golem creado por el Rabino Judah Low ben Bezalel. Este libro inspiró una serie de clásicos expresionistas del cine mudo, entre los que destaca la serie El Golem, de la que es especialmente famosa "El Golem: cómo vino al mundo"(también estrenada como "El Golem", 1920,USA 1921). Otro famoso tratado de la misma época es "EL Golem", "poema dramático en ocho secciones" en yidis de H.Leivick, 1921.
Estas historias atestiguaron un cambio dramático, incluso diríase una cristianización del golem. Desde antaño, a la cristiandad le ha preocupado, mucho más que al judaísmo, un excesivo acercamiento de la humanidad a Dios. Por ello el golem pasa a convertirse en la creación de místicos ambiciosos que inevitablemente serían castigados por su blasfemia, muy similares al Frankenstein de Mary Shelley y al homúnculo alquímico. Algunos han considerado al golem como precursor de los androides, alejándolo aún más de sus raíces.
En el año 2005 la historia del golem regresó a sus raíces judías en una nueva tira cómica del periódico israelí Yedioth Ahronoth que lo presentaba como un superhéroe patrocinado por el gobierno que protege a Israel de sus problemas internos y existenciales.
viernes, 27 de febrero de 2009
el KRAKEN
Kraken es la forma en artículo definitivo de krake, una palabra escandinava que designa un animal enfermizo, o algo retorcido. En el alemán moderno, Krake (plural y declinado en singular: Kraken) significa pulpo, pero puede también referirse al legendario Kraken.
El nombre de Kraken suele asociarse popularmente a la especie de calamar gigante "Architeuthis Dux", de la cual hoy en día apenas se sabe nada debido a la gran profundidad a la que habita.
Contenido
Historia
Aunque el nombre kraken nunca aparece en las sagas noruegas, hay monstruos marinos similares, el hafgufa y lyngbakr, ambos descritos en la saga Örvar-Odds y en los textos noruegos de 1250, Konungs skuggsjá.Carolus Linnaeus incluyó al kraken como cefalópodo con el nombre científico de Microcosmus en la primera edición de su Systema Naturae (1735), una clasificación taxonómica de organismos vivos, pero excluyó al animal en ediciones posteriores. El Kraken también es extensivamente descrito por Erik Pontoppidan, obispo de Bergen, en su Historia Natural de Noruega (Copenhagen, 1752–3).
El "Pulpo Colosal" de Pierre Dénys de Montfort atacando una nave mercante.
Cuentos antiguos, incluyendo los de Pontoppidan, describen al kraken como un animal "del tamaño de una isla flotante" (se decía que el dorso de un Kraken adulto tenía una longitud de 2,4 kilómetros. ), cuyo verdadero peligro para los marineros no es la criatura misma, sino el remolino que crea después de sumergirse rápidamente en el océano. Sin embargo, Pontoppidan también describe el potencial destructivo de la gran bestia: "Se dice que si se aferra al mayor buque de guerra, podría tirar de él hasta el fondo del océano" (Sjögren, 1980). El Kraken fue siempre distinto de las serpientes marinas, también comunes en la tradición escandinava (Jörmungandr por ejemplo).
Según Pontoppidan, los pescadores noruegos a menudo corrían el riesgo de atrapar a los peces sobre el Kraken, cuando la pesca era tan buena. Si un pescador tenía una inusualmente buena pesca, uno le decía al otro, "Debes haber pescado sobre un Kraken". Pontoppidan también alegó que el monstruo a veces es confundido con una isla, y que en algunos mapas se incluyen islas que sólo a veces eran visibles e indicaban un Kraken. Pontoppidan también propone que un joven espécimen de un monstruo fue muerto lavado en la tierra en Alstahaug (Bengt Sjögren, 1980).
Una ilustración del Kraken.
Desde fines del siglo XVIII, el Kraken se ha representado en varias formas, principalmente como grandes criaturas similares a pulpos, y a menudo se ha afirmado que el Kraken de Pontoppidan podría haberse basado en observaciones de marineros de calamares gigantes. En las primeras descripciones, sin embargo, las criaturas eran más similares a cangrejos parecidos a pulpos y, en general, poseen rasgos que se asocian con las grandes ballenas en lugar de con los calamares gigantes. Algunos rasgos del kraken se asemejan a las actividades volcánicas submarinas que ocurren en la región de Islandia, incluida el agua burbujeante, las corrientes peligrosas y la aparición de nuevos islotes.
En 1802, el francés malacologista Pierre Dénys de Montfort reconoce la existencia de dos tipos de pulpos gigantes en Histoire Naturelle Générale et Particulière des Mollusques, una descripción enciclopédica de moluscos. Montfort afirma que el primer tipo, el pulpo kraken, ha sido descrito por los marineros noruegos y balleneros de América, así como antiguos escritores como Plinio el Viejo. Sobre la segunda categoría más grande, el pulpo colosal (se muestra en la imagen de arriba), se informó acerca de un ataque a un buque velero de Saint-Malo, frente a las costas de Angola.
Montfort luego se atrevió a hacer más afirmaciones. Él propuso que diez barcos de guerra británicos que misteriosamente desaparecieron una noche en 1782 debieron ser atacados y hundidos por pulpos gigantes. Desafortunadamente para Montfort, los británicos saben qué le pasó a las naves, resultando en una desgraciada revelación para Montfort. La carrera de Pierre Dénys de Montfort nunca se recobró y murió hambriento y pobre en París alrededor de 1820 (Sjögren, 1980). En defensa de Pierre Dénys de Montfort, cabe señalar que muchas de sus fuentes, para el "pulpo kraken" probablemente describen al verdadero calamar gigante, cuya existencia se provó en 1857.
En 1830, posiblemente influido por el trabajo de Pierre Denys de Montfort, Alfred Tennyson publicó su popular poema El Kraken (esencialmente un soneto irregular), que difundió al Kraken en en el idioma inglés con su posición superflua de the. El poema, en sus tres últimas líneas, también tiene similitudes con la leyenda del Leviatán, un monstruo marino, que subiría a la superficie en el final de los días.
La descripción de Tennyson aparentemente influyó en Julio Verne que imaginó al famoso calamar gigante en Veinte mil leguas de viaje submarino en 1870. Verne también hace numerosas referencias al Kraken, y el obispo Pontoppidan en la novela.
viernes, 6 de febrero de 2009
EL SANTO GRIAL
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Jesucristo durante la Última Cena y el Grial, por Juan de Juanes (1570)
Hay algunos que creen que , el Santo Grial es el plato, patena o copa usado por Jesús en la Última Cena, del cual se dice que posee poderes milagrosos. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la obra de Robert de Boron Joseph d'Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, autores posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre de Cristo y que, más tarde en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Arturiano o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino.
Otras leyendas acerca del Grial se entrecruzan con las relativas a las distintas copas antiguas que se consideran el Santo Cáliz.
Contenido[ocultar]
Etimología [editar]
La palabra grial –pronunciada «graal» en inglés medio– parece ser una adaptación francesa del término latino «gradalis» que implica la idea de un plato que es llevado a la mesa en diferentes momentos («gradus») de una comida. Al respecto dice Helinand de Froidmont (What is a Grail?) en su Chronicon (siglo XIII): «... un plato ancho y algo profundo en que habitualmente se colocan las carnes caras para el rico... normalmente se denomina grial». En la Baja Edad Media hubo autores que lo llamaron «San Gréal», lo que derivaba en «Sang Réal», es decir, «sangre real». Escritores posteriores desarrollaron esta teoría que alcanzó notoriedad en el betseller de 1982: The Holy Blood and the Holy Grail.
Historia [editar]
Chrétien de Troyes [editar]
El primer autor en mencionar al Grial es, entre 1181 y 1191, el poeta Chrétien de Troyes en su narración Perceval –también llamada Le Conte du Graal. La obra, presentada como tomada de un libro antiguo, habla de la visita de Perceval –quien aspira a ser caballero del Rey Arturo– al castillo del Rey Pescador, en el cual le es mostrado un grial. Dentro del mismo hay una especie de oblea que, milagrosamente, alimenta al herido padre del Rey. Perceval no pregunta por el significado de este objeto, lo cual le es reprochado más tarde.
Aunque posee un claro simbolismo cristiano, Chrétien no explica en qué consiste el grial, y la obra se interrumpe bruscamente. El autor no lo denomina «santo», ni lo designa como «el grial», sino simplemente como «un grial» y considera más importante su contenido –alude a la hostia consagrada del catolicismo– que el recipiente.
Robert de Boron [editar]
La obra de Chrétien de Troyes marcaría el comienzo de la leyenda, pero serían Robert de Boron y Wolfram von Eschenbach quienes la desarrollarían de la manera que la conoció la Europa medieval. Robert de Boron, en Joseph d'Arimathie y Estoire del San Graal, es el responsable en transformar al «grial» de Chrétien en «El Santo Grial». Este autor inglés espiritualiza el simple plato mencionado por el francés y lo convierte en la copa de la Última Cena, la misma que, según sostenían las leyendas, José de Arimatea usó después para recoger la sangre de las heridas durante la crucifixión de Cristo. De Boron es también el primero en afirmar que José y su familia llevaron el Grial a partes no especificadas de Britania. Desde entonces existiría en la isla una dinastía de guardianes del Grial a la cual finalmente se uniría Perceval.
Las leyendas del Grial [editar]
A partir de este momento, los textos se concentran en dos historias diferentes. Por un lado, las relacionadas con la búsqueda del Santo Grial, emprendidas por los caballeros del Rey Arturo, y, por el otro, las que relatan la propia historia del Grial desde los tiempos de José de Arimatea.
Entre las primeras se pueden citar:
Parzifal, obra del caballero y poeta alemán Wolfram von Eschenbach, en la cual el concepto de De Boron sobre la santidad del Grial es unido al relato de Chrétien de Troyes.
Las cuatro continuaciones de la obra inconclusa de Chrétien de Troyes. Escritas por diferentes autores en los cincuenta años posteriores a la historia original, siguen el relato hasta la muerte de Perceval, ahora guardián del Grial, quien finalmente lo lleva consigo al Cielo.
El llamado Percival de Didot (nombre del propietario del manuscrito) que es probablemente una versión en prosa de la Estorie de Robert Boron.
El poema galés Peredur, generalmente incluido en los Mabinogion, inspirado en la obra de Chrétien pero que incorpora elementos de tradiciones pre-cristianas, como el culto céltico de la Cabeza.
El Perlesvaus, o Li Hauz Livres du Graal, considerado el que más se aparta de las tradiciones arturianas dando versiones diferentes a las aceptadas sobre los personajes de la historia.
El Diu Crône (La Corona), poema alemán de Heinrich von dem Türlin, en el cual es Gawain, antes que Perceval, quien obtiene el Grial.
El episodio de Lancelot en la llamada Vulgata arturiana, donde se introduce a Galahad como el héroe de la historia.
La Queste del Saint Graal, también parte de la Vulgata, que describe las aventuras de Galahad hasta lograr obtener el Grial.
De las segundas se mencionan:
La propia obra de Robert de Boron.
La Estoire del Saint Graal, primera parte de la Vulgata, escrita antes del episodio de Lancelot, que expande el texto de Robert de Boron con nuevos detalles.
Joseph de Arimathie, un poema aliterado escrito en inglés hacia 1310, que describe las actividades de José después de la Resurrección de Cristo y lo retrata como un apóstol predicador y guardián del Grial.
La Chronica sive Antiquitates Glastoniensis Ecclesiae (Crónica o Antigüedades de la Iglesia de Glastonbury), de John Seen, un monje local, en la que se dice que el Grial y la tumba de José de Arimatea habían estado en dicha iglesia.
De Sancto Joseph ab Arimathea escrito hacia 1430 por Fray John Capgrave, de Norfolk.
Historia del Santo Grial de Herry Lovelich, escrita hacia 1450, la primera traducción inglesa del cuento de la vulgata francesa Estoire del San Graal. Aquí, Josephes, el hijo de José, es el protagonista y el énfasis se pone en José de Arimatea y sus actividades de conversión en Britania, mientras que es minimizada su conexión con el Grial.
La Crónica de John Hardyng, completada en 1465, vincula a Arturo con José de Arimatea a quien acredita la construcción de la Mesa Redonda original.
El poema Jerusalén, en el prólogo al Milton de William Blake, escrito en 1808, evoca antiguas tradiciones que hacían de José el tío de Jesús y relataban la venida de éste, en su niñez, a Britania.
Algunos estudiosos, como Malcolm Godwin, quieren identificar esta pérdida con hechos reales acaecidos a finales del Neolítico, en que en Europa existían diversas tribus matriarcales asentadas y pacíficas, cuya forma de vida se vio violentamente coartada por oleadas de tribus guerreras y violentas provenientes de Asia. Estos sucesos habrían quedado en la memoria colectiva y adquirido una dimensión simbólica en la mitología celta y finalmente habrían recibido un tinte cristiano en manos de Chrétien de Troyes, Wolfram von Eschenbach y otros autores. Así, esta conquista original de las tribus europeas por parte de las provenientes de Oriente se identificaría, por ejemplo, con la pérdida del Paraíso Terrenal y, en lo referido al Gríal, éste se identificaría con lo femenino y con la tierra (más concretamente, el Grial es símbolo del seno materno y de la vulva femenina).
El Perceval de Chrétien [editar]
Esta obra francesa inacabada dejó paso a numerosas terminaciones en muchos casos inconsistentes entre ellas. Los elementos de esta novela en relación con la leyenda son, de una parte, la caracterización de Perceval como caballero que se ve involucrado sin saberlo en la demanda del grial y el «castillo del grial» custodiado por caballeros que sirven al «rey del grial» o «rey pescador».
El Pársifal de Eschenbach [editar]
Este libro refleja la tradición alemana que luego inspiraría la ópera de Richard Wagner. La historia presenta grandes paralelismos con la tradición francesa, aunque tiene elementos específicos de la misma.
Ciclo de la Vulgata [editar]
Esta fuente, fuertemente influida por los escritos de Bernardo de Claraval, presenta la «demanda del Santo Grial» imbricada dentro del universo artúrico, enriqueciendo la tradición con otros elementos como una descripción del origen y significado del Grial. Según esta fuente, el cáliz habría pertenecido al servicio de mesa de José de Arimatea, un rico comerciante judío, que según la tradición organizó la Última Cena.
José de Arimatea habría solicitado a Poncio Pilatos que se le entregara el cuerpo de Jesús (a quien hizo enterrar en una tumba de su propiedad) y la lanza con que fue herido (que quedó en su poder, junto con la copa).
Como José era un rico comerciante, en un viaje de negocios habría llegado hasta Albión (isla que se identifica con Gran Bretaña). Allí se quedó a vivir y levantó la capilla de Glastonbury.
Al morir José de Arimatea se dice que se fundó la Orden del Grial para custodiar las reliquias. En la época del rey Arturo, el guardián de las reliquias era Sir Pelles. Sir Balin el Salvaje quiso robar las reliquias a Pelles y se batieron en un duelo, pero al perder su espada Sir Balin tomó la lanza sagrada e hirió a Pelles, e inmediatamente el castillo se derrumbó debido a la profanación de la reliquia.
Las reliquias desaparecieron de la Tierra hasta que un caballero puro de corazón las encontrara. Ese fue Galahad, quien al morir se las llevó al Cielo.
El Cáliz de la Catedral de Valencia [editar]
El Santo Cáliz de la Catedral de Santa María de Valencia, España
Una tradición aragonesa cuenta que el grial fue guardado y utilizado por los apóstoles en Jerusalén. De allí habría pasado a Antioquía, llevado por san Pedro. Posteriormente se habría trasladado a Roma, donde fue usado por 23 papas hasta el pontificado del griego san Sixto II. Este papa (que ejerció el papado durante un año, desde 257 a 258), asustado por la persecución romana, lo envió a Huesca (España) custodiado por el joven diácono Lorenzo para que fuera escondido en las lejanas montañas de Aragón.
Monasterio de San Juan de la Peña
Diversos lugares aragoneses marcarían, según esta leyenda, la ruta del Santo Cáliz: la cueva de Yesa, San Pedro de Siresa, San Adrián de Sásabe, San Pedro de la Sede Real de Bailo, la catedral de Jaca y, hacia 1071, en el monasterio de San Juan de la Peña, en donde se dice que permaneció hasta que en 1399 el rey Martín I se llevó el vaso sagrado al palacio de la Aljafería de Zaragoza, donde estuvo más de veinte años, después de una breve estancia en Barcelona, acompañando al rey.
Catedral de Santa María de Valencia
En el año 1424 el Cáliz habría sido trasladado al Palacio Real de Valencia por orden de Alfonso el Magnánimo, que agradecía así su ayuda al reino de Valencia en sus luchas mediterráneas.
En 1437 la sagrada reliquia fue entregada al Cabildo Catedralicio en nombre de su majestad, como donación, y allí habría permanecido durante siglos, excluyendo necesarias excepciones como las guerras napoleónicas o civiles, así como dos visitas de regreso a San Juan de la Peña en los años 1959 y 1994.
En el museo de la catedral de Valencia se conserva un vaso de calcedonia (piedra semipreciosa) de 7 cm de altura y 9,5 de diámetro (con un pie con asas añadido posteriormente), que ha sido identificado como un posible Grial. Científicos españoles lo han fechado en torno al cambio de era (siglo I), pero no procedería de Jerusalén, sino de un taller de Antioquía. Incluso dos Papas (Juan Pablo II y Benedicto XVI), en viajes que hicieron a Valencia, usaron este cáliz al celebrar sus Misas multitudinarias. Esto se considera un apoyo de la Iglesia a favor de la autenticidad de esta reliquia, aunque jamás ha sido formulado un comentario oficial.
Varios cálices se reputan como los posiblemente auténticos griales de la Última Cena además del de Valencia:
El Cáliz de Antioquía de la Colección Cloisters del Metropolitan Museum de Nueva York, que según la mística Anna Katherina Emerich era la armadura que protegía al cáliz verdadero.
La Sacra Catina de Génova, que fue llevada tras la primera cruzada a Italia. Es un plato hexagonal verde que se creía de esmeralda aunque es un cristal verde egipcio.
Vaso de Nanteos encontrado en Glastonbury, al norte de Gales, que puede ser el que dio origen a la leyenda artúrica.
El Cáliz de Ardag encontrado en Irlanda; se halla en el museo nacional de Dublín.
El Caldero de Gundestrup se encuentra en el museo nacional de Dinamarca y data del siglo II ó I a. C.
La Copa de Hawstone Park, propiedad de Victoria Palmer. La reivindicación de esta pieza ha sido hecha por Graham Phillips, quien sostiene que la pieza fue llevada a Inglaterra tras ser saqueada Roma por los visigodos.
La Copa de Hierro.
Otros significados del Grial [editar]
El grial es parte de la mitología cristiana medieval, es decir, que carece de referencias específicas en los textos bíblicos. Diversos elementos han entrado en la formación del mito, entre ellos las leyendas monacales con su contenido alegórico y las referecias, precristianas, a recipientes mágicos, como el cuerno de la abundancia o los calderos de la tradición céltica.
Autores posteriores identifican al Grial con la Piedra filosofal de los alquimistas, las supuestas reliquias halladas por los Templarios o una alusión velada a la descendencia de Jesús. En su mayor parte, estos investigadores se vinculan a teorías conspirativas elaboradas con escasa rigurosidad histórica.
Peter Redgrove y Penélope Shuttle ven en la imaginería del Grial un símbolo de la matriz femenina y del ciclo menstrual.
La leyenda del Grial ha fascinado a numerosos personajes históricos. El medievalista alemán Otto Rahn fue el más conocido de ellos por su vinculación con el régimen nazi. En efecto, tras haber escrito un libro sobre el tema: Kreuzzug gegen den Gral (Cruzada contra el Grial. Tragedia del catarismo) donde vinculaba al Grial con el movimiento cátaro, Rahn llamó la atención de Heinrich Himmler, jefe de la Sociedad Ahnenerbe, quien lo hizo ingresar a las SS. Disgustado con esta organización, Rahn renunció y posteriormente fue encontrado muerto (muerte oficialmente calificada de suicidio). Este episodio ha dado pie a la creencia en una búsqueda secreta del Grial por la jerarquía nazi, siempre vinculada a temas ocultos.
la leyenda de POSEIDON
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Culto [editar]
Ruinas del templo de Poseidón en el cabo de Sunión.
Poseidón era un importante dios municipal de varias ciudades: en Atenas, era el segundo en importancia por detrás solo de Atenea, mientras en Corinto y en muchas ciudades de la Magna Grecia era el dios jefe de la polis.
En su aspecto benigno, Poseidón se concebía creando nuevas islas y ofreciendo mares en calma. Cuando se enfadaba o era ignorado, hendía el suelo con su tridente y provocaba manantiales caóticos, terremotos, hundimientos y naufragios. En la Odisea, su rencor hacia Odiseo impidió a éste regresar a su hogar en Ítaca. Los marineros oraban a Poseidón para tener un viaje seguro, a veces ahogando caballos como sacrificio.
Según Pausanias, Poseidón fue uno de los guardianes del oráculo de Delfos antes de que el olímpico Apolo le sustituyese. Apolo y Poseidón colaboraban estrechamente en muchos ámbitos: en la colonización, por ejemplo, Apolo Délfico daba la autorización para partir y asentarse, mientras Poseidón cuidaba de los colonizadores en su viaje y proporcionaba el agua purificadora para el sacrificio fundacional. En su Anábasis, Jenofonte describen a un grupo de soldados espartanos en 400–399 a. C. cantando un peán a Poseidón, un tipo de himno destinado normalmente a Apolo.
Como Dioniso, que enfervorizaba a las Ménades, Poseidón también provocaba ciertas formas de perturbación mental. Un texto hipocrático de c. 400 a. C., Sobre la enfermedad sagrada, afirma que era considerado culpable de ciertos tipos de epilepsia.
Prehistoria [editar]
El nombre «Poseidón» parece proceder bastante claramente del griego pósis, ‘señor’, ‘marino’, con un elemento -don menos claro, quizá de dea, ‘diosa’. Si se da crédito a las tablillas en lineal B que se conservan, el nombre PO-SE-DA-WO-NE (Poseidón) aparece con mayor frecuencia que DI-U-JA (Zeus). También aparece una variante femenina, PO-SE-DE-IA, lo que indica la existencia de una diosa consorte olvidada, precursora en efecto de Anfítrite. Las tablillas de Pilos registran mercancías destinadas a sacrificios para «las Dos Reinas y Poseidón» y «las Dos Reinas y el Rey». La identificación más obvia para las «Dos Reinas» es con Deméter y Perséfone o sus precursoras, diosas que no quedaron asociadas con Poseidón en periodos posteriores. Poseidón es también identificado como E-NE-SI-DA-O-NE (‘agitador de la tierra’) en el Cnosos micénico,[1] un poderoso atributo donde los terremotos habían acompañado al colapso de la cultura palaciega minoica. En la cultura micénica, fuertemente dependiente del mar, no ha aflorado aún relación alguna entre Poseidón y el mar; entre los olímpicos se decidió tras echarlo a suertes que gobernaría el mar:[2] el dios era anterior a su reino.
Los nombres de Deméter y Poseidón están relacionados en una tablilla de Pilos, donde aparecen como PO-SE-DA-WO-NE y DA-MA-TE, en el contexto sagrado de echar a suertes. En una etimología,[cita requerida] el elemento DA que aparece en ambos nombres estaría relacionado con una raíz protoindoeuropea relacionada con la distribución de tierras y honores (compárese con el latín dare, ‘dar’), por lo que «Poseidón» significaría aproximadamente ‘señor distribuidor’ o ‘consorte de la distribuidora’, en correspondencia con «Deméter», ‘madre distribuidora’. Walter Burkert considera que «el segundo elemento DA permanece desesperadamente ambiguo» y encuentra la interpretación ‘consorte de la Tierra’ «bastante imposible de demostrar».[3]
Dada la relación de Poseidón con los caballos así como con el mar, y la alejada situación respecto al océano del probable territorio original indoeuropeo, algunos investigadores han propuesto que Poseidón era originalmente un aristocrático dios-caballo que fue posteriormente asimilado con las deidades acuáticas de Oriente Próximo cuando la base del sustento griego cambió de la tierra al mar.
En cualquier caso, la enorme importancia inicial de Poseidón puede aún entreverse en la Odisea de Homero, donde es él y no Zeus el principal causante de los sucesos.
Mitología [editar]
Nacimiento e infancia [editar]
Mosaico de Herculano representando a Neptuno y Anfítrite.
Poseidón era un hijo de Crono y Rea. En la mayoría de las versiones fue tragado por Crono al nacer, pero algunas, al igual que Zeus, evitó el destino de sus demás hermanos al ser salvado por su madre, que le ocultó en un rebaño de corderos simulando haber parido un potro, que dio a Crono para que lo devorase.[4] Según Tzetzes la curótrofa o niñera de Poseidón fue Arne, quien negó serlo cuando Crono apareció buscándola.[5] Según Diodoro Sículo, Poseidón fue criado por los Telquines en Rodas, igual que Zeus había sido criado por los Coribantes en Creta.[6]
Según una única referencia en La Ilíada, cuando el mundo fue dividido en tres, Zeus recibió la tierra y el cielo, Hades el inframundo y Poseidón el mar.
La fundación de Atenas [editar]
Atenea se convirtió en la diosa patrona de la ciudad de Atenas tras competir con Poseidón. Ambos acordaron que cada uno haría un regalo a los atenienses y que éstos elegirían el que prefiriesen. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, pero su agua era salada y por tanto no muy útil, mientras que Atenea ofreció un olivo.
Los atenienses (o mejor dicho su rey, Cécrope) escogieron el olivo y con él a Atenea como patrona, pues el árbol daba madera, aceite y alimento. Tras esto, enfurecido por su derrota, Poseidón envió una monstruosa inundación a la llanura ática, castigando así a los atenienses.
Este mito es considerado por Graves y otros autores como el reflejo de un enfrentamiento entre los habitantes de la época micénica y los inmigrantes posteriores. Resulta interesante señalar que en su culmen Atenas fue una importante potencia marítima, llegando a derrotar a la flota persa en la batalla de Salamina. Otra versión del mito cuenta que Poseidón dio caballos a Atenas.
Las murallas de Troya [editar]
Poseidón y Apolo, habiendo ofendido a Zeus, fueron enviados a servir al rey Laomedonte. Éste les pidió construir enormes murallas alrededor de la ciudad y prometió recompensarles generosamente, promesa que luego se negó a cumplir. En venganza, antes de la Guerra de Troya Poseidón envió a un monstruo marino a atacar Troya (que luego fue derrotado por Perseo).
Véase también: Expedición de Heracles contra Troya
Consortes y descendencia [editar]
Fuente de Neptuno en Prešov (Eslovaquia).
Su esposa era Anfítrite, una ninfa y antigua diosa del mar, hija de Nereo y Doris. Poseidón fue padre de muchos héroes, entre ellos el afamado Teseo.
Una mujer mortal llamada Tiro estaba casada con Creteo (con quien tenía un hijo, Aesón) pero amaba a Enipeo, un dios-río. Tiro perseguía a Enipeo, que rehuía sus avances. Un día Poseidón, lleno de deseo hacia Tiro, se disfrazó como Enipeo y de su unión con ella nacieron los héroes Pelias y Neleo. Poseidón también tuvo una aventura con Álope, su nieta por Cerción, de la que nació el héroe ático Hipotoonte. Cerción enterró viva a su hija pero Poseidón la convirtió en una fuente cerca de Eleusis.
Poseidón rescató a Amimone de un sátiro lujurioso y entonces tuvo un hijo con ella, Nauplio. Tras violar a Cene, Poseidón le concedió el deseo de convertirse en hombre.
No todos los hijos de Poseidón fueron humanos. En un mito arcaico, Poseidón persiguió una vez a Deméter. Ésta rechazó sus avances, transformándose en una yegua para poder esconderse en un rebaño de caballos, pero Poseidón advirtió el engaño, se convirtió en un semental y la raptó. El hijo de ambos fue un caballo, Arión, que tenía el don de la palabra. Poseidón también violó a Medusa en el suelo de un templo consagrado a Atenea. Medusa fue entonces transformada en un monstruo. Cuando más tarde fue decapitada por Perseo, Crisaor y Pegaso emergieron de su cuello. Otros descendientes de Poseidón fueron Tritón, el cíclope Polifemo y los Alóadas.
Poseidón se enamoró de Pélope, un hermoso joven, hijo de Tántalo. Llevó a Pélope al Olimpo y le hizo su amante, antes incluso de que Zeus hiciese lo mismo con Ganimedes. Para agradecer a Pélope su amor, Poseidón le regaló más tarde un carro alado, que usó en la carrera contra Enómano por la mano de Hipodamía.
Agameda
Áctor
Belo
Dictis
Álope
Hipotoonte
Tritón
Amimone
Nauplio
Anfítrite
Rode
Astipalea
Anceo
Eurípilo
Calírroe
Minias
Calquinia
Perato
Cánace
Aloeo
Epopeo
Hopleo
Nireo
Tríope
Celeno
Lico
Ceróesa
Bizante
Ciona
Quíos
Clito
Amfero
Atlas
Autóctono
Azés
Diaprepés
Elasipo
Eucmón
Eumelo
Méstor
Mneseo
Cloris
Periclimeno
Córcira
Féax
Deméter
Arión
Despina
Etra
Teseo
Euríale
Orión
Eurínome
Adrasto
Europa
Eufemo
Gea
Anteo
Caribdis
Halia
Rode
Hipótoe
Tafios
Ifimedia
Alóadas: Oto y Efialtes
Libia
Belo
Agenor
Lamia
Melia
Ámico
Medusa
Pegaso
Crisaor
Melantea
Eirene
Mitilene
Mitilo
Peribea
Nausítoo
Quíone
Eumolpo
Salamina
Cicreo
Satiria
Tarante
Toosa
Polifemo
Tiro
Neleo
Pelias
Madre desconocida
Cerción
Cicno
Cromo
Evadne
Lotis
Sinis
Epítetos [editar]
Poseidón llevó el epíteto Egeo, derivado de la ciudad de Aigai en Eubea, cerca de la que tuvo un magnífico templo sobre una colina.[7]
En el período histórico, era frecuente referirse a Poseidón por los epítetos Enosichthon, Seischthon y Ennosigeo, significando todos ‘agitador de la tierra’ y aludiendo a su papel como causante de terremotos.
En la literatura y el arte [editar]
La Fuente de Neptuno (Neptunbrunnen) de Berlín.
En el arte griego, Poseidón conduce un carro tirado por un Hipocampo o por caballos que podían cabalgar sobre el mar. Estaba asociado con los delfines y las lanzas de pescar de tres dientes (tridentes). Vivía en un palacio en el fondo del océano hecho de coral y gemas.
En la Ilíada Poseidón ayuda a los griegos, y en varias ocasiones toma parte activa en la batalla contra las fuerzas troyanas. Sin embargo, en el Libro XX rescata a Eneas después de que el príncipe troyano se rindiese ante Aquiles.
En la Odisea, Poseidón destaca por su odio hacia Odiseo, debido a que éste había cegado a su hijo el cíclope Polifemo. La enemistad del dios impide a Odiseo volver a su hogar en Ítaca durante muchos años. Incluso se dice a Odiseo, a pesar de su definitiva vuelta segura, que aplacar la ira de Poseidón necesitará más de un viaje por su parte.
En la Eneida, Neptuno sigue resentido con los errantes troyanos, pero no es tan vengativo como Juno, y en el Libro I rescata a la flota troyana de los intentos de la diosa por hundirla, aunque su principal motivación sea su disgusto por la intromisión de Juno en sus dominios.
El himno a Poseidón incluido entre los himnos homéricos es una breve invocación, una introducción de siete líneas que se dirige al dios tanto como «el que mueve la tierra y el baldío mal, dios de las profundidades que es también señor del monte Helicón y de la extensa Egas»,[8] y especifica su doble naturaleza como olímpico: «un domador de caballos y salvador de barcos».
miércoles, 4 de febrero de 2009
la leyenda de JASON VOORHEES
sábado, 31 de enero de 2009
LEVIATAN
La leyenda del leviatán
MisteriosLa leyenda de una gran serpiente marina, es una de las más conocidas del folklore marino. Se supone que el Leviatán hebreo, que aparece en la Biblia, es esta serpiente mitológica.
Este monstruo marino figura en varios pasajes bíblicos. En el libro apócrifo de Enoc, es mencionado como una hembra que vive en el abismo, sobre el manantial de las aguas.
El Leviatán aparece en el Génesis, donde aparece una hembra y un macho, y Dios mató a la hembra, para evitar que procrearan, pues nadie podría detenerlos. También figura en el libro de Isaías.
En el Talmud, también es mencionado, en el Avoda Zara.
La leyenda habla sobre el banquete posterior al Armagedón, donde el caparazón de esta criatura, será servido como comida junto al Behemoth y el Ziz.
También se lo puede identificar con el mar en sí mismo, y sus contrapartidas, Behemoth, la tierra, y Ziz, el espacio y el aire.
Algunas leyendas judías, consideran al Leviatán como un dragón andrógino, que habría seducido a Adán y a Eva, tomando alternadamente formas femenina y masculina.
El cristianismo lo identifica con un demonio, en algunos casos, lo asocian con el monstruo Rahab.
Las leyenda bíblica podría tener origen en una leyenda canaanita, que habla de la confrontación entre Hadad (Baal) y un monstruo marino de siete cabezas, al que derrota.
También recuerda a la creación babilónica de Enuma Elish, donde el dios tormenta Marduk, mata a su madre (Tiamat, diosa del caos y la creación representada por un monstruo marino), y crea la tierra y los cielos con las dos mitades de su cuerpo.
El temor del hombre hacia los monstruos marinos es generalizado. Las serpientes marinas gigantes han atemorizado a los marinos desde la antigüedad.
Avistamientos de monstruos marinos y la leyenda del Leviatán:
Olaus Magnus, un arzobispo de Uppsala (Suecia) del siglo XVI, describía a la serpiente marina como un animal de 60m de largo y 6m de ancho, color negro, con escamas filosas y pelo en el cuello. La consideraba muy peligrosa, como un presagio de desastres.
Hans Egede, un misionero noruego, testificó la visión de un monstruo marino en las costas de Groenlandia, el 6 de julio de 1734. Así también, el obispo Eric Pontoppidan, de Bergen, publicó en 1752, un libro con relatos de avistamientos de serpientes marinas, una de las serpientes tenía cabeza gris, similar a la de un caballo y ojos y boca, negros, con una melena larga blanca. Detrás de la cabeza del monstruo, se divisaron ocho promontorios que sobresalían del agua, el cuerpo de la bestia se retorcía formando espirales.
Los marinos europeos identificaban al Leviatán como una ballena gigantesca y monstruosa, o una serpiente marina, que atacaba las naves, creando un torbellino en torno a ellas y devorándolas luego.
Hay quienes identifican al Leviatán con otras criaturas marinas de la mitología, como los Nafa de siete cabezas, de la mitología de Oriente Medio.
Los testimonios más confiables son los pertenecientes a embarcaciones de guerra, como el buque británico HMS Daedalus, que en 1848, protagonizó el avistamiento de una serpiente marina, que los científicos de la época atribuyeron a un plesiosaurio, o ictiosaurio, o cualquier reptil gigante que pudiese haber sobrevivido.
El 15 de mayo de 1833, cuatro oficiales británicos y un intendente militar, vieron una serpiente de cerca de 24m de largo, mientras pescaban. La serpiente nadaba a unos 180m del sitio donde se encontraban, en Mhone Bay, a unos 65km de Halifax, en Nueva Escocia.
TYIRFING
Tyrfing, conocida también como Thyrfing, es una espada de la mitología nórdica que aparece en el poema de la Edda poética llamado El Despertar de Angantýr, y en la saga de Hervarar. En la ópera de Richard Wagner, el rey Alberich se la entrega a Odín.
Tyrfing es una espada maldita. Es portadora de la desgracia, debiendo matar a algún hombre cada vez que es desenvainada.
Swafurlami, un rey de la estirpe de Odín, obligó a los enanos a forjar la espada llama Tyrfing (en español: segadora, asesina). Los enanos en venganza echaron una maldición sobre ella, de forma que su portador debería morir, ninguna de las heridas que causara se podría curar y sería la portadora de tres grandes males. Swafurlami es matado por Arngrim, quien hereda la espada. Eyfura, su mujer, tiene doce hijos. Angantheow, el mayor de todos ellos, y sus hermanos, son matados cerca de Upsala por Hjalmar y su hermano Arrow-Odd; pero Hjalmar, herido por Tyrfing, solo tiene tiempo para cantar su canción de muerte antes de morir. La hija de Angantheow, Hervör es entregada como una alianza matrimonial, ignorando su parentesco. Cuando ella lo conoce, la furia de la guerra la posee, se arma como una amazona y se dirige hacia Munarvoe en Samsø, en busca de la espada maldita de los enanos.
MJOLNIR
En la mitología nórdica, Mjolnir (islandés Mjölnir, danés y noruego Mjølner, sueco Mjölner) es el martillo del dios Thor.
Según las fuentes islandesas más tardías, Mjolnir es descrito como una de las armas más temidas en la mitología nórdica. En ellas se relata que es utilizado para derrotar a todos los que desafíen la supremacía de los Æsir. Aunque generalmente es representado y descrito como un martillo, a veces se lo menciona como un hacha o un garrote.[1] Uno de los mitos más populares sobre su origen es relatado en Skáldskaparmál, donde se menciona que los enanos Sindri y Brok lo forjaron y obsequiaron a Thor como parte de una apuesta que les realizara Loki.[2]
Etimología [editar]
Mjolnir significa "demoledor" y hace referencia a la capacidad de pulverizar del martillo. Está relacionado con el verbo islandés mölva (aplastar) y mala (moler). Palabras similares, todas provenientes de la raíz protoindoeuropea melə se pueden encontrar en la mayoría de las lenguas europeas, e.g. las palabras eslavas melvo (demoler) y molotu (martillo), la holandesa meel (moler), la rusa Молот (molot - martillo), la griega μύλος (mylos - molino), las palabras latinas malleus (martillo) y mola (molino) y las inglesas meal (moler), mill (molino) y mallet (mazo). Se ha sugerido también que el nombre aparte de reflejar los fabulosos poderes de Mjolnir también podría aludir a la naturaleza agricultora de Thor, ya que en sus comienzos era una divinidad adorada por agricultores. Una teoría alternativa sugiere que Mjolnir podría estar relacionado con la palabra rusa молния (molniya) y la galesa mellt (ambas traducidas como "rayo"). Esta segunda teoría se relaciona con la idea de que Thor era el dios del trueno, por lo cual podría haber usado rayos como su arma.[3]
Mito nórdico [editar]
Mjolnir es el arma mas temible del arsenal de los dioses y es usada para eliminar a cualquiera que intente socavar la supremacía de los Æsir. Es mencionado como un garrote, un hacha y un martillo. Mjolnir era capaz de derrumbar gigantes y montañas de un solo golpe.[4]
Los dioses nórdicos eran tan poderosos como las herramientas y armas que poseían. Mjolnir es un arquetipo crucial para la supervivencia y perpetuación de los nórdicos y sus costumbres. En el contexto mítico, se puede concluir que sin Mjolnir, la habilidad de Thor de mantener el equilibrio cósmico hubiera estado constantemente amenazada por los gigantes, la serpiente del mundo y los dioses imprudentes.
Mjolnir es con frecuencia representado con un mango curvo. La runa Tiwaz, la cual se piensa que se utilizaba como un símbolo del dios Tyr también podría haber sido una forma de representar el martillo de Thor.
A pesar de que Thor poseía varios objetos mágicos formidables, tales como su carro, su cinturón de poder y guantes de hierro para levantar a Mjolnir; es este último el punto central de muchas de sus aventuras.[5]
A veces Mjolnir es utilizado como un arma arrojadiza, aunque generalmente es usado como un martillo de guerra normal. Posiblemente exista una relación entre el martillo arrojadizo de Thor y las hachas arrojadizas, franciscas, utilizadas por los francos.
Ciertos mitos nórdicos hacen referencia a los poderes de Mjolnir para fortalecer la virilidad masculina y la fertilidad femenina.[6]
Edda prosaica [editar]
La versión más popular del mito sobre la creación de Mjolnir, se encuentra en Skáldskaparmál en la Edda prosaica de Snorri Sturluson. En uno de los relatos, Loki corta los cabellos de Sif, la esposa de Thor. Este último enfurecido le hace prometer a Loki que los recuperaría. Por ello Loki debe recurrir a los enanos, llamados los hijos de Ivaldi que eran unos famosos artesanos. Estos crean objetos preciosos para los dioses, como la lanza de Odín, Gungnir y el barco de Frey, Skidbladnir. Luego Loki apuesta su cabeza contra Sindri (o Eitri) y su hermano Brokk, a que nunca serían capaces de crear objetos tan maravillosos como aquellos hechos por los hijos de Ivaldi. Los dos hermanos aceptan la apuesta y comienzan a trabajar. Sindri pone la piel de un cerdo en la fragua y le dice a su hermano Brokk, que no se detenga de soplar con el fuelle hasta que regrese. Una mosca, que en realidad era Loki disfrazado, muerde a Brokk en el brazo pero él continua soplando. Luego Sindri retira a Gullinbursti, el jabalí de Frey con cerdas brillantes y pone oro en la fragua y reitera la orden a Brokk. Loki regresa nuevamente bajo la forma de una mosca y lo muerde en el cuello, pero de nuevo nada sucede y Sindri retira a Draupnir, el anillo de Odín. Luego Sindri coloca hierro en la fragua y reitera a Brokk que no deje de soplar con el fuelle. Loki, de nuevo bajo la forma de una mosca lo muerde en el párpado y comienza a sangrar, pero Brokk no se detiene. Cuando Sindri regresa retira de la fragua a Mjolnir, el mango era un poco corto (se usaba con una sola mano) y no era perpendicular a la cabeza. A pesar de que Sindri y Brokk ganaron la apuesta, Loki se las ingenió para evitar pagarla, arguyendo que debían cortarle el cuello y eso no era parte de la apuesta. Entonces Brokk cosió los labios de Loki para darle una lección.[2]
El relato sobre cuando Brokk entrega el martillo a Thor y explica sus bondades y el posterior juicio que emiten los dioses sobre su trabajo y las características de martillo es relatado por Snorri Sturluson en la Edda prosaica.
También se relata el duelo entre el poderoso gigante Hrungnir, cuya cabeza y escudo eran rocas y su arma era una gigantesca piedra de afilar. En la contienda arroja la piedra a Thor, quien arremete contra el gigante y en el aire con su martillo hace añicos la piedra y alcanza al cráneo del gigante, quien se desploma muerto.[7]
En Gylfaginning se relatan varias aventuras de los viajes de Thor y donde su martillo fue su única arma. En la primera mención que se hace del martillo en esta obra, se lo describe como una de las más preciadas posesiones de Thor y del temor que provocaba entre sus enemigos. Se dice que era conocido por los gigantes de la escarcha y que cuando Thor alzaba su martillo sus enemigos sabían que no tenían más esperanzas; con él había machacado muchos cráneos de gigantes.[5] Uno de los casos descritos es la muerte del gigante que construyó, en base a engaños para obtener a Freya, parte de las murallas del Asgard. Cuando el gigante se ve descubierto recupera su apariencia original y los dioses llaman a Thor quien acude rápidamente con Mjolnir en alto. De un único y certero golpe con el martillo, Thor hace añicos el cráneo del gigante y lo envía bajo Niflhel.[8]
Un uso del martillo como arma arrojadiza, es mencionado en la aventura que emprende Thor para pescar de la serpiente de Midgard, Jörmungandr. La serpiente muerde la carnada que había preparado Thor con la cabeza de un buey, el dios recoge el cordel hasta tener la serpiente junto al bote y se prepara para asestarle un golpe, pero el gigante Hymir que le acompañaba, temeroso por el veneno que expulsaba la serpiente corta el cordel. Thor al ver que la serpiente se hunde en las profundidades le arroja su martillo, si bien no la mata.[9]
Uno de los usos más peculiares que daba Thor a su martillo era como elemento mágico regenerador y dador de vida. Thor siempre que necesitaba alimentarse mataba y cocinaba a las cabras que tiraban de su carruaje, luego juntaba los huesos y con Mjolnir regeneraba la carne y les daba vida nuevamente.[10]
En el final de la obra donde se relatan los hechos del Ragnarök, luego de la muerte de Thor, sus hijos Móði y Magni heredaran el poderoso martillo.[11]
Edda poética [editar]
En el poema de la Edda poética de Snorri titulado Þrymskviða que es quizás la más cómica de las pruebas de Thor, se cuenta que el gigante, Thrym robó el martillo de Thor y luego pidió a la diosa Freyja como intercambio. Loki, el dios notable por sus engaños, conspiró con lo otros Æsir para recuperar a Mjolnir disfrazando a Thor como Freyja y presentándoselo como la "diosa" a Thrym. Thrym da un banquete en honor a la futura unión y cae ingenuamente en la trampa. Incapaz de contener su pasión por su nueva doncella de largos cabellos rubios, Thrym se acerca a la "novia" y coloca a Mjolnir en su falda, a lo que Thor toma su martillo, se arranca su disfraz y mata a Thrym y a toda la cohorte de gigantes.[12]
Uso como emblema [editar]
Mitos, objetos, e instituciones girando en torno a Thor indican su lugar prominente en la Escandinavia medieval. Sus seguidores tenían diferente influencia, pero la aristocracia de guerreros vikingos eran inspirados por la ferocidad de Thor en la batalla. En el terreno legal medieval, de acuerdo a Joseph Campbell, "en el Things (tribunal de la corte) islandés Thor era invocado en el testimonio de juramentos como 'el Dios Todopoderoso'."
Como emblemas de su devoción se encontraron réplicas en miniatura de Mjolnir, muy populares en Escandinavia, donde eran usadas en Blóts y en otras ceremonias sagradas, como bodas. Muchas de estas réplicas se encontraron en tumbas y estaban provistas de un lazo, que facilitaba su uso. Se encontraron en áreas con fuerte influencia cristiana, incluyendo Dinamarca, el sur de Noruega y el sureste de Suecia.[13] Para finales del siglo X, aumentó la uniformidad del diseño de Mjolnir sobre siglos anteriores sugiriendo que era utilizado como un accesorio popular en actitud desafiante hacia la cruz cristiana.
La forma de estos pendientes variaba por región. La variante islandesa tenía forma de cruz, mientras que las variantes sueca y noruega tenían forma de flecha o T. Alrededor de cincuenta de estos martillos se han encontrado dispersos a través de Escandinavia, datando de entre los siglos IX y XI. Algunos pocos se han encontrado también en Inglaterra. Un martillo de Thor de hierro encontrado en una excavación en Yorkshire, que data de ca. del año 1000 lleva una inscripción precedida y continuada por una cruz, lo que es interpretado como que su dueño cristiano, sincretizaba símbolos paganos y cristianos.[14] Un molde de esteatita, del siglo X encontrado Trendgården, Jutlandia, Dinamarca es notable por permitir moldear pendientes, tanto de un crucifijo como de un martillo de Thor.[15] Un ejemplar de plata encontrado cerca de Fossi, Islandia puede ser interpretado tanto como una cruz cristiana o como un martillo de Thor. El pie mayor de la cruz termina en la cabeza de una bestia, probablemente un lobo.
De acuerdo a algunos eruditos, una forma de esvástica pudo haber sido una variante popular en la Inglaterra anglosajona previo a la cristianización, especialmente en Anglia Oriental y Kent.[16] Thomas Wilson menciona que mientras que las esvásticas eran "vulgarmente llamados en Escandinavia, el martillo de Thor", el símbolo en realidad tenía una forma de Y o T.[17]
Piedras encontradas en Dinamarca y en el sur de Suecia llevan grabada la inscripción de un martillo para invocar la protección divina. A veces acompañando el grabado del martillo se encuentran inscripciones donde piden ayuda a Thor para que se les proteja. Por ejemplo, la piedra de Virring en Dinamarca tiene la inscripción, "þur uiki þisi kuml", "Que Thor santifique esta tumba." Hay varios ejemplos de inscripciones similares, cada una pidiéndole a Thor que "santifique" o proteja un objeto específico. Estas inscripciones podrían haber seguido el ejemplo de los cristianos, que pedían protección a su dios para sus muertos.[18]
Un precedente de estos martillos de Thor utilizados como amuletos en la era vikinga fue registrado durante el periodo de las grandes migraciones, entre los alamanes, quienes tomaron los amuletos del garrote de Hércules como símbolos de Donar.[19] Un posible remanente del paganismo alpino de estos amuletos de Donar fue registrado en 1897, como una costumbre en Unterinn (norte de Italia) de tallar una T sobre las puertas frontales de las casas como protección contra el mal, en particular las tormentas.[20]
A pesar de la dominancia del cristianismo en Escandinavia por aproximadamente un milenio, el símbolo de Mjolnir no fue extinto. En festivales anuales reavivando el pasado vikingo, el tema de Mjolnir está presente en muchos lados. Hoy en día algunos pescadores escandinavos continúan usando a Mjolnir como un amuleto para su protección, y muchos practicantes de la moderna fe del Ásatrú utilizan pendientes de Mjolnir como símbolo de esa fe. Se han generado controversias en los Estados Unidos concernientes a su potencial reconocimiento oficial como símbolo religoso.[21